
Los pomerania son una raza pequeña, casi de juguete; un peluche de colección con la controversial personalidad de Andy Warhol o de Napoleón Bonaparte, convertido en un perro de abrigo abundante.
Un pomerania es, naturalmente, uno de los mejores amigos que puedes llegar a tener. También son algo caprichosos, ferozmente leales, inteligentes, tiernos e increíblemente graciosos.
¿Qué tanto sabes sobre estos pequeñines? ¿Qué debes saber antes de integrar un pomerania como parte de la familia? Aquí te contamos un poco al respecto.
Necesidades de aseo
Lo primero que debes saber es que este adorable peludo tiene dos capas de pelo: una interna y otra externa. La capa interior —también conocida como base— es densa y le permite mantenerse caliente en climas más fríos, aunque también lo hace sentirse algo acalorado durante el verano.
Su pelaje exterior es más ligero, y protege el interior de la mayoría de las condiciones climáticas. Para mantenerlo con un pelaje saludable, debes cepillarlo diariamente con un cepillo de calidad.
También asegúrate de cortarle las uñas, porque brincan mucho y están llenos de energía.
Ladra mucho
Los pomerania están en la categoría de “perro chiquito que ladra mucho”. Esto puede ser divertido, pero también molesto.
Si ves que tu colega ladra mucho, en efecto, está tratando de llamar tu atención y la de todos los que lo rodean. Si alguien no le hace caso pronto, se volverá cada vez más difícil de ignorar.
A veces le ladrará a una ardilla o a un pájaro; otras, solo lo hará para demostrarte que puede protegerte.
Usa arnés en lugar de collar para sacarlo a pasear
El pomerania tiene un cuello considerablemente frágil; su tráquea puede colapsar fácilmente si le pones un collar y tiras fuerte de la correa al pasearlo, o debido a acciones de tirón repentinas.
Te recomendamos usar un arnés para sacarlo; esta es una opción mucho más segura, ya que aplica tensión principalmente en la espalda y los hombros del can.
Vive mucho tiempo
Uno de los aspectos positivos más importantes de los pomerania es que son perros longevos. La esperanza de vida promedio de estos pequeñines ronda entre los 15 años, pero no es extraño que algunos vivan hasta los 18 o incluso los 20.
No le gusta estar solo
¿Estás buscando a un amigo adicto a tu presencia? Entonces, ¡tenemos un ganador! En los pomerania encontrarás un compañero lleno de abrazos y lamidas constantes.
Eso sí, procura no dejarlo mucho tiempo solo, pues podrías encontrarte con arañazos en las paredes, juguetes y objetos masticados, y agua y comida regadas por todas partes.
Estos canes son tan sociables que tienden a la ansiedad por separación cuando te vas: quieren estar contigo todo el tiempo. Por este motivo, algunos dueños suelen usar el entrenamiento con jaulas.
Pero no temas, cada vez es más fácil llevar a tu perro contigo. Ya hay muchos restaurantes, tiendas e incluso bares pet friendly, en donde podrás tomarte alguna bebida en compañía de tu amigo.
Lee también: 8 cosas que hay que tener en cuenta antes de adoptar un bulldog francés
No es tan apropiado para niños
Si buscas un perro para que juegue con tus hijos, el pomerania quizás no sea la mejor opción.
Además de que pueden lesionarse con bastante facilidad cuando juegan brusco, es un perro bastante orgulloso, y cualquier interacción negativa podría llevar al peludo a pegarle un buen mordisco al niño.
Debes poner mucho ojo en su alimentación
Algunos cachorros de esta raza necesitan ser alimentados hasta cuatro veces al día.
Y recuerda: no puedes dejarle un tazón grande de comida durante todo el día mientra sestás en el trabajo, pues podría comer en exceso y desarrollar sobrepeso u otros problemas de salud.
Aunque no lo parezca, sí necesita salir
Los cachorros pomerania son muy enérgicos y requieren mucho ejercicio; tres veces al día sería lo ideal.
Si trabajas en un horario estándar al día —de 09:00 a 18:00 h—, deberías considerar contratar a un especialista que te ayude a pasearlo.
Es difícil educarlo
Si eres una persona impaciente, tienes que saber que entrenar un pomerania conlleva tiempo y sacrificio; probablemente ensucie tu casa múltiples veces antes de que logres que te avise que quiere ir al baño.
Lo mejor es sacarlo para que haga sus necesidades, al menos cada dos horas hasta que entienda la rutina. Los momentos importantes para salir incluyen la mañana, después de despertarse, antes de irse a dormir y después de las comidas.
No descartes las jaulas tan rápido, ya que evitarán que este peludo muerda y arruine toda tu casa; también son útiles para mantener a tu cachorro a salvo.