
¿Quién no recuerda a Frank, el pug extraterrestre parlanchín de Hombres de Negro? Los pugs están en todas partes —películas, revistas, videos, etc.— porque son muy simpáticos, llamativos y adorables.
Pero estos graciosos canes de características únicas también conllevan una serie de cuidados y atenciones. A continuación, enumeramos algunas cosas que debes considerar antes de llevar un pug a tu hogar.
Te seguirá a todos lados
Si eres de los que se estresa cuando tu perro te sigue a todos lados, entonces piénsatelo dos veces antes de adoptar un pug, porque ya sea que vayas hacia la cocina o al baño, este amigo siempre estará a tu lado, agitando su cola rizada y hasta ladrando.
Es muy sensible al clima
Como todas las razas de cara chata, los pugs a veces tienen problemas para respirar, y no les va bien en climas cálidos o húmedos.
Son perros que viven mejor en temperaturas moderadas, ni demasiado calientes ni demasiado frías. Siempre asegúrate de que tu pug tenga un área cómoda para estar y que no pase demasiado tiempo al aire libre en climas extremos.
Requiere cuidados especiales
Nuevamente, la cara aplanada del pug requiere cuidados especiales, y esta la causa de algunos de los muchos problemas de salud que aquejan a esta raza.
“Debido a las posibles infecciones de los pliegues de su piel, es importante asearlo regularmente”, explican especialistas del equipo de medicina interna de NorthStar VETS en Robbinsville, Nueva Jersey.
Una forma sencilla de mantener limpia la cara de tu perro es usar toallitas húmedas para mascotas. Tambié deja pelo por doquier, así que vas a necesitar un buen cepillo y mucho champú para el control de caída.
Come mucho
Para ser tan pequeños, al pug le cabe mucha comida, y sí, va directo a su cintura. Deberás limitar su alimentación y medir las cantidades, o se hinchará en poco tiempo. No cedas ante esos ojitos suplicantes, pues ellos saben bien cómo jugar con tu mente.
Lee también: Cosas que hay que tener en cuenta antes de adoptar un akita americano
Es propenso a varios problemas de salud
Más vale que anotes el número de tu veterinario en contactos favoritos, porque es probable que tengas que llamarle con frecuencia. Aquí una variada lista de padecimientos con los que podrías lidiar al tener un pug:
- Rasguños en los ojos.
- Alergias a los alimentos.
- Tendencia más alta de lo normal a reaccionar a las vacunas.
- Problemas en los pliegues de los ojos y la nariz.
- Afecciones respiratorias.
Puede subir de peso fácilmente
Los pugs son pequeños, robustos y musculosos, pero también son propensos a aumentar de peso.
Debido a su naturaleza relajada, estos tienden al sobrepeso fácilmente, por lo que la precaución y una dieta adecuada deben ser tus prioridades al cuidarlos.
Los especialistas recomiendan controlar el peso de tu pug, ya que la obesidad puede exacerbar los síntomas de padecimientos de vías respiratorias braquiocefálicas y de problemas ortopédicos, e incluso ponerlos en riesgo de padecer afecciones a las que no son necesariamente susceptibles.
Hay alimentos para perro en el mercado especialmente formulados para ellos que pueden ayudarte a mantenerlo en su peso ideal.
No debes sacarlo a caminar mucho tiempo
Las dificultades respiratorias de un pug aumentan en climas cálidos; además, deben mantenerse a la sombra. Que no se te ocurra dejar al tuyo abandonado horas en tu auto bajo el sol, porque podría sobrecalentarse y morir.
Así que si te imaginabas dando largas caminatas bajo el sol, millas y millas a lo largo del malecón o el parque con tu pug a tu lado, mejor olvídalo, pues no están hecho para eso. Y aunque el can hará todo lo posible por ir a tu ritmo, se cansará fácilmente y tendrás que cargarlo. Los pugs son más adecuados para paseos cortos.