
¿Quieres darle a tu can un huequito cómodo para dormir, que no sea el piso o tus muebles? ¿Has considerado invertir en una cama para perro?
A veces lo barato sale caro, por eso te aconsejamos no comprar la primera que veas, sino mejor invertir en una nueva, de calidad y duradera. Así mantendrás contento a tu compañero perruno.
No importa si es de raza grande o pequeña, lo importante aquí es que el can se sienta a gusto, y para ello existen muchas opciones. Aquí te platicamos algunas cosas que debes tener en cuenta antes de elegir una buena cama para perro.
Ten claro dónde la pondrás
El lugar lo es todo. Por ello, antes de hacerte de una cama para perro, debes evaluar el espacio en tu casa y encontrar un lugar estratégico para ubicarla.
No es una tarea complicada. Pregúntate qué se acomoda mejor a las necesidades de tu perro: ¿un lugar junto a tu sofá?, ¿un espacio en la cocina? ¿O más bien quieres darle un espacio en tu dormitorio para tenerlo cerca?
No importa dónde elijas colocar la cama de tu perro, siempre y cuando sea un lugar que le guste a tu amigo y que no afecte al paso. De esa manera, no habrás comprado un objeto que el perro no use y que se quede olvidado en un rincón.
Tamaño
Si ya decidiste comprar la cama para perro, el siguiente paso es medir a tu compañero de la cabeza a la cola. Tienes que asegurarte de no estar comprando un artículo demasiado pequeño para tu can.
Una cama para perro debe ser lo suficientemente grande para que tu mascota pueda acostarse en una posición natural. No importa que al colega le guste hacerse bolita, este espacio debe poder permitirle estirarse a voluntad.
Determina cuáles son las características más importantes
Cada perro tiene necesidades diferentes, y por eso es bueno evaluarlas antes de elegir su cama para dormir.
Si tu perro padece artritis, por ejemplo, las camas con un acolchado muy grueso o una cama de espuma viscoelástica podrían ser las mejores.
Algunas camas para perros tienen calefacción, lo que es beneficioso para ellos, ya que estos muebles a veces se enfrían fácilmente. Esto podría hacer la diferencia para un perro pequeño y de pelo corto o para uno de edad avanzada.
Por otro lado, un perro que ama dormir debajo tu cama o que disfruta descansar en áreas apartadas podría ser muy feliz en una cama tipo cueva.
Prioriza la durabilidad
Para una mascota juguetona y que ama morder cuanto encuentra a su paso, una cama de tela, llena de piezas de espuma u otro tipo de almohadillado podría no ser la mejor opción.
Si tu cachorro tiene este mal hábito, debes buscarle una cama para perro más duradera, siempre dentro de tus posibilidades. Por ejemplo, una construida con tubería de PVC o aluminio, cubierta con lona, quizá sea la ideal.
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Ten en cuenta la limpieza
Independientemente de la cama que elijas, te recomendamos invertir también en una funda que sea extraíble y lavable. Esto te permitirá meterla en la lavadora para una limpieza rápida de todo el pelo y la suciedad.
Piensa en su comodidad
Si quieres que tu perro esté lo más cómodo posible cuando se acueste en la cama, te aconsejamos elegir una que tenga mucho acolchado en su interior.
Algunas camas para perro tienen solo 2.5 a 5 cm de grosor, lo que conlleva a que, tras un uso de varios meses, el desgaste sea inevitable. Lo malo de esto es que, para tu colega, será como dormir en el suelo.
Intenta encontrar una cama para perro que tenga, al menos, unos cuantos centímetros de acolchado en su interior. Esto le dará una mejor amortiguación cuando vaya a tomar una siesta.
Selecciona el color y el estilo que más te gusten
Las camas para perro vienen en muchas formas, colores y diseños, lo que te da muchas opciones que se pueden acoplar a tus gustos.
Esto podría significar combinar una cama azul para mascotas con tu sofá del mismo color, o tal vez elegir una que contraste con tu casa, que tenga colores llamativos, o que sea de animal print.
