
Tu perro puede mirarte con un amor infinito y adoración total, pero incluso estas adorables bolas de pelo tienen sus límites. De hecho, hay muchas cosas que los perros odian, y que si incurres demasiado en ellas podrían convertir, en muy poco tiempo, tu hermosa relación con tu compañero canino en caos total.
Si deseas mantenerte entre las personas preferidas de tu compañero canino, continúa leyendo para saber cuáles son las cosas que los perros odian y que los humanos hacemos todo el tiempo.
Hacerlos jugar con otros perros a la fuerza
Entre las cosas que los perros odian más de nosotros se encuentra ese incómodo momento en que los obligamos a tener una amistad con un perro desconocido, ya sea uno adoptado o el can de alguien más.
Según los especialistas, siempre debemos considerar que, aunque muchos perros son muy sociales y les encanta jugar, otros son muy independientes y no les gusta. Si nuestro perro quiere jugar con otro animal, lo hará cuando esté listo, pero de nada sirve forzarle.
Que les toquemos la cara y que invadamos su espacio personal
A los canes no les gusta cuando los humanos se les acercan a la cara o se las toquen. De hecho, es una de los cosas que los perros odian más, por lo que debemos evitarlo a toda costa, sobre todo si son desconocidos.
A veces, como dueños, necesitamos asear la cara del can y limpiar su nariz, dientes y orejas. Eso está bien, pero recuerda que si tu perro muestra gestos de temor o agresividad, mejor darle un rato para reponerse, o buscar a un profesional en estética canina para realizar la tarea.
Abrazarlos
Aunque nos encante abrazar a nuestro amigo canino, esta es otra de las cosas que los perros odian. En lugar de la camaradería y el apoyo que esta acción comunica entre los primates, se considera un acto de dominación si un perro coloca una pata delantera en la espalda de otro perro.
Muchos lo tolerarán con gracia, pero algunos se sentirán amenazados, temerosos o enojados. También considera que el mismo perro que disfruta del abrazo de una persona podría reaccionar de manera completamente diferente con otro miembro de la familia que intente lo mismo.
Gritar
Gritar es definitivamente una de las cosas que los perros odian del comportamiento humano. Gritarle a tu perro, o incluso a otra persona, puede asustarlo o incluso molestarlo.
A nadie le gusta que le griten, mucho menos al perro de la familia; por lo tanto, es importante que recordemos no levantar demasiado la voz en su presencia. Si estás gritando para reprender al can, es posible que descubras que es mucho más fácil disciplinarlo con estímulos positivos que con el miedo.
Que les toquen las patas y las uñas
El pedicure definitivamente no representa la misma experiencia relajante para los perros que para nosotros. Muchos perros odian que les corten las uñas y les toquen las patas; sin embargo, dado que este es un paso esencial de su aseo, los expertos recomiendan acostumbrarlos desde cachorros para que lo tomen como algo normal.
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No poder oler y explorar durante los paseos
Los perros disfrutan de los paseos más que del ejercicio; dar un paseo al aire libre les da la oportunidad de explorar el mundo. Lo hacen, principalmente, a través de su olfato, y luego con sus otros sentidos —la mayoría de los humanos exploran el mundo primero a través de la vista—.
Apresurar al can durante un paseo, sin permitirle que se detenga y olfatee o marque su territorio, no es amable, y es una de las cosas que los perros odian. Es como si nos arrastraran del brazo frente a una tienda, cine o parque favorito para no entrar.
Que lleven la correa muy justa
Así como los perros son asombrosos leyendo nuestro lenguaje corporal, también lo son leyendo nuestros niveles de tensión a través de la correa. Al mantenerla floja, le estamos haciendo saber que no hay razón para estar preocupado o tenso, que estamos tranquilos y en control, por lo que él también puede estarlo.
Por otro lado, mantener la correa apretada es otra de las cosas que los perros odian, pues les envía un mensaje de que estamos tensos, nerviosos y en alerta, lo cual provocará que se ponga muy ansioso.
Por ello, es importante enseñarle a un perro a caminar con la correa floja; se trata de una habilidad difícil de dominar, sobre todo con la justa combinación entre disciplina y comodidad.
Cambios en su rutina
A los perros les encanta la rutina; adoran cuando les proporcionamos algo de estructura y consistencia. Alimentarlos a una hora determinada y sacarlos a pasear y a jugar les hace sentir cómodos.
Acostarse demasiado tarde o dormir demasiado tiempo no solo interrumpiría su rutina, sino que también conduciría a un comportamiento indeseable, ya que el cambio repentino en el horario de alimentación o el tiempo de juego puede hacer que se porten mal.