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Siempre será difícil ver a tu gato llegar al final del camino. Y aunque no hay un manual para sobrellevar estos momentos, sí que hay señales evidentes que te indican que tu gato está muriendo, para que puedas ir preparándote para el adiós. Estas son algunas de ellas:
No come ni bebe agua
Aunque esto no significa necesariamente que tu gato está muriendo, un felino que no come ni bebe durante tres días ciertamente no se siente bien, por lo que debes llevarlo al veterinario de inmediato.
Tu gato puede estar demasiado cansado para procesar la comida y el agua, dejándolo aún más débil deshidratado, y empeorando su condición. Animarlo a comer ofreciéndole su comida favorita es una buena idea, pero ten cuidado de no sobrealimentarlo.
Su comportamiento es distinto
Una de las señales más obvias de que tu gato está muriendo es un cambio repentino de comportamiento o temperamento. Algunos felinos se vuelven más cariñosos a medida que se acercan a sus últimos días, queriendo más atención de lo normal y siendo más vocales.
Otros gatos pueden volverse menos activos y más retraídos, durmiendo más de lo habitual y perdiendo interés en el tiempo de juego o en sus humanos. Deberás poner atención a cualquier cambio que pueda indicar que algo no está bien.
Su temperatura corporal es baja
La temperatura de un gato saludable debe estar entre 37 y 38 °C, y una de las señales más claras de que tu gato está muriendo es cuando tiene una temperatura corporal menor.
A medida que su corazón se debilita, otros órganos del cuerpo comienzan a dejar de funcionar, y su temperatura puede caer por debajo de los 37°. Para mayor certeza, puedes usar un termómetro de oído o rectal digital para verificar los signos vitales de tu gato.
Se esconde todo el tiempo
Esconderse es uno de los signos más reveladores de que tu gato está muriendo, pero puede ser difícil de definir. Algunos simplemente se esconden porque son tímidos o se sienten más seguros entre cajas. Los casos con los que debes tener cuidado son cuando lo hace cada vez más o en lugares nuevos y no quiere salir ni siquiera para comer.
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Se ve cansado y desaliñado
La vida loca y las peleas callejeras de algunos gatos aventureros pueden hacer que luzcan salvajes o sucios a veces. Sin embargo, estos siempre encontrarán el momento para quitarse toda la mugre de encima, pues son animales pulcros y vanidosos a más no poder.
Cuando un gato está muriendo, por lo regular tiene menos energía para asearse o lamer sus heridas de batalla. También podría estar perdiendo cabello y peso, todo esto a consecuencia de su falta de apetito. Si tu felino, de la nada, comienza a verse andrajoso y triste, podría ser muy mala señal.
Manifiesta dolor
Si tu gato está muriendo, generalmente, mostrará signos claros de dolor debido a una enfermedad o lesión. Podría maullar constantemente o esconderse de las personas; algunos incluso dejarán de acicalarse si se sienten demasiado incómodos o enfermos.
Huele raro
A medida que tu gato se acerca al final de su vida, podría desarrollar un olor corporal anormal. Esto se debe a la descomposición de los tejidos y la acumulación de toxinas en el cuerpo.
El olor exacto puede variar dependiendo de la condición subyacente. Recuerda que los felinos que experimentan cetoacidosis diabética pueden tener un olor dulzón enfermizo; y los gatos con insuficiencia renal pueden tener un aliento que huele a amoníaco.
