
La gente siempre ha estado fascinada con el misterio que rodea a los felinos. No es fácil averiguar lo que están pensando o sintiendo, pero hay una variedad de mitos sobre los gatos que necesitan revisarse para desmentir por completo. Estos son algunos de ellos:
Los gatos negros traen mala suerte
Sin duda, el más grande de todos. Este chisme —porque no se le puede llamar de otra forma— asegura que los gatos negros traen mala suerte a quien se cruza en la calle con ellos.
Durante siglos, el gato negro ha sido objeto de mitos y folclor, y aunque en muchos países se les considera animales de mal augurio, en otros se cree que, por el contrario, este atrae la buena fortuna.
En Japón, por ejemplo, la gente mayor y de tradiciones arraigadas considera que alguien obtiene buena suerte cuando un gato negro se cruza en su camino. En Alemania, depende de la dirección que siga el felino: de izquierda a derecha, significa buenos tiempos por delante, y al revés, lo contrario.

Algunos italianos creen que si un gato negro salta sobre la cama de una persona enferma esta morirá pronto. Pero en Escocia si uno aparece en tu puerta, la tradición dice que esto te traerá dinero. Por otro lado, en China, algunos creen que los gatos negros atraen la pobreza.
En realidad, los únicos poderes que poseen los gatos negros son los del amor y el afecto incondicional, como cualquier otro felino. Por desgracia, ellos suelen ser rechazados y abandonados; además, resulta difícil reubicarles debido a la superstición, por lo que parece que al final los únicos desafortunados son ellos.
Siempre aterrizan sobre sus patas
Este es uno de los más peligrosos mitos sobre los gatos que puedan existir. Aunque son criaturas muy ágiles, la realidad es que pueden lesionarse de manera grave si se caen de manera equivocada.
Los especialistas usan el término “síndrome del gato paracaidista” para describir las lesiones en estos animales sufridas por caídas, que incluyen esguinces, fracturas óseas e incluso problemas respiratorios.
De hecho, los gatos son más propensos a lesionarse desde alturas bajas porque no logran acomodar su cuerpo para un aterrizaje seguro. Para cuidar mejor a tu felino, asegúrate de que ventanas, repisas, estantes, sillas y mesas sean lo menos accesibles posible para sus saltos.
Odian a las personas
El supuesto odio de los mininos hacia las personas es otro de los mitos sobre los gatos que deben desaparecer. Pues aunque no a todos los felinos les encantan los mimos y la atención, hay muchos que sí los disfrutan y agradecen.
Los especialistas opinan que “este mito se perpetúa porque estamos mirando a los gatos a través de unos lentes perrunos“. Muchas personas tienden a comparar el comportamiento felino con el canino, lo que lleva a un cortocircuito y a pensar que los gatos no son animales cariñosos.

No necesitan muchos cuidados
Este es otro de los mitos sobre los gatos que viene de la gente que tiende a compararles con perros. De cierta manera, los canes pueden requerir un poco más de atención que los gatos, pero eso no significa que estos últimos no necesiten amor y cuidado.
Según los expertos, uno de los grandes problemas con los dueños de felinos es que muchos piensan que está bien salir de la ciudad por unos días y dejarlos con un comedero automático y un poco de agua porque “no necesitan muchos cuidados”.
La realidad es que los felinos sienten ansiedad por separación; al igual que los perros, anhelan la estabilidad de su vida familiar. Simplemente no lo demuestran igual que los perros.
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Pueden sobrevivir con una dieta vegetariana
Las proteínas vegetales y dietas veganas o vegetarianas no cubren todas las necesidades nutricionales de tu amado felino.
Ocurre algo parecido con los veganos humanos, que necesitan suplementos de vitamina B, pues esta solo se halla en fuentes de proteína animal.
Si por razones éticas te opones a alimentar a tu felino con productos de origen animal, quizá lo mejor sería que adoptes una mascota herbívora, como un conejo.
Detestan el agua
La mayoría de los felinos domésticos no son fanáticos del agua, pero cualquiera que haya buscado videos de gatos en Google sabrá que no todos odian mojarse.
Los especialistas creen que la razón por la que muchos gatos no disfrutan sumergirse en agua podría deberse a que su pelaje no se seca rápido, lo que puede hacer que se sientan bastante incómodos y posiblemente con frío.
También es posible que el peso del agua le reste agilidad al felino, y otra razón es que los ancestros de los gatos evolucionaron en áreas desérticas. Así que, si necesitas bañar a tu minino por razones médicas, usa un poco de estímulo positivo —como un premio— mientras lo introduces suavemente en la tina.

No pueden ser entrenados
Otro de los grandes mitos sobre los gatos es que no pueden ser entrenados. Pero adivina qué: los gatos sí pueden aprender cosas; de hecho, son muy listos.
Enseñarle a tu gato a hacer ciertas cosas puede incluso fortalecer el vínculo contigo. Existe una gata llamada Tuna que toca instrumentos en una banda y hace giras por los Estados Unidos.
Quizá tu felino no llegue a ser el virtuoso guitarrista líder de una banda de rock pero, con un poco de paciencia y determinación, seguro aprenderá algunos trucos divertidos que fortalecerán la relación que tiene contigo.