
A menos que tengas un basenji, mejor conocido como el perro que no ladra, espera una buena cantidad de ladridos con el perro que hayas escogido como compañero de casa.
Si bien el sonido de estos llega a ser muy molesto en exceso, también es cierto que puede ser una señal de que algo le está molestando, o incluso de un problema de salud.
En este artículo, te decimos por qué un perro ladra mucho y lo que puedes hacer al respecto.
Razones por las que un perro ladra mucho
Está protegiendo su territorio
Si tu perro ladra mucho, una posibilidad es que esté protegiéndote a ti y su territorio. Para detectar si esta es la causa, debes analizar un poco el entorno e identifica si alguien o algo aparece en escena.
Algo le está dando miedo
A veces los canes ladran cuando se asustan o se sienten inseguros. Esto puede suceder en cualquier lugar, y para algunos es más común fuera del hogar. Si tu perro ladra mucho sin previo aviso, quizá el miedo podría ser la razón.
Está aburrido
Tu perro es un animal que está muy acostumbrado a socializar con nosotros. Por ello, cuando se queda solo durante largo tiempo, ya sea en la casa o en el jardín, puede aburrirse o ponerse triste. Y esto mismo podría transformarse en muchos ladridos estridentes para demostrarte que no está contento.
Le causa ansiedad quedarse solo
Si tu perro ladra cuando no estás cerca, es posible que esté angustiado porque se siente solo. La ansiedad relacionada con la separación puede manifestarse de varias maneras, incluido el ladrido excesesivo.
Está enfermo o le duele algo
Si un perro ladra mucho, esto podría ser una respuesta al dolor o a una condición dolorosa. Antes de intentar resolver el problema de sus ladridos, llévalo con un veterinario para descartar cualquier situación médica.
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¿Cómo tratar el problema?
Establece una buena rutina
Asegúrate de tener una rutina diaria para que tu perro coma bien, juegue y se ejercite, aproximadamente a la misma hora todos los días. Llevada con disciplina, esta dinámica puede ayudarlo a aprender qué actividades van a ocurrir y cuándo, así como a manejar sus ladridos.
Cerciórate de que tenga la actividad física que necesita
Asegúrate de que tu amigo canino haga suficiente ejercicio, tanto físico como mental, todos los días. Un perro cansado es uno que tiene menos probabilidades de ladrar por aburrimiento o frustración. Solo recuerda considerar su edad y estado de salud a la hora de los ejercicios.
En temporadas de calor, ten cuidado con sus patitas, pues el asfalto puede lastimarlas; por ello, procura no hacer caminatas largas, y de ser posible, ponle unos botitas especiales para perro.
No le grites
Si tu perro ladra mucho, nunca le grites, pues pensará que solo te estás uniendo a su emoción. Tampoco lo castigues con violencia o amonestaciones físicas. Prueba hablándole con calma pero firmeza, a un volumen normal, mientras le pides que se detenga.
Desensibiliza a tu perro al estímulo
Si tu perro ladra mucho y ya has logrado identificar ese detonante específico, acostúmbralo gradualmente a ese factor para que comience a normalizarlo.
Comienza con el estímulo —eso que lo hace ladrar— a distancia, lo suficientemente lejos para que no ladre cuando lo vea. Dale premios para que mantenga el contacto visual contigo y no ladre.
Mueve el estímulo un poco más cerca y dale más premios. Si tu perro empieza a ladrar al primer intento, quizá vas demasiado rápido. Sigue probando. La práctica hace al maestro.
Ignóralo
Si crees que tu perro ladra simplemente para llamar tu atención, trata de ignorarlo. El ejercicio regular y el uso de juguetes de rompecabezas caninos pueden mantenerle ocupado durante una llamada de trabajo o cuando ves la tele.
Busca ayuda profesional
Si tu perro aún ladra mucho y todos tus esfuerzos para calmarlo han sido infructuosos, podría ser el momento de pasar la estafeta. Recuerda: siempre puedes contratar a un entrenador profesional. Esto podría quitarte un peso de encima y ayudar al perro a aprender nuevos comportamientos y, quizá, relajarse más.