
No importa cuánto lo alimentes, cuando vives con un perro que siempre tiene hambre, eres testigo de cómo se pone loco a la hora de la cena, te pide premios todo el día y te sigue siempre con la esperanza de que accidentalmente dejes caer algo delicioso al suelo.
Ningún dueño quiere sentir que está matando de hambre a su can, pero es importante que mantengas bajo control el tamaño de las porciones y los horarios de alimentación por temas de disciplina y salud. Aquí te compartimos algunas sencillas estrategias para saber qué hacer con un perro que siempre tiene hambre.
Visita al veterinario
Según expertos, algunas condiciones médicas hacen que las mascotas consuman más alimento de lo normal. Por ello, cuando convives con un perro que siempre tiene hambre, lo primero que debes hacer es consultar al veterinario.
Un can que come mucho y no aumenta de peso podría tener un problema de salud delicado. En estos casos, el especialista debe descartar condiciones como el hipotiroidismo, la diabetes y la enfermedad de Cushing, las cuales pueden causar un exceso de apetito en ellos.
De acuerdo con los veterinarios es muy importante descartar hipertiroidismo —un tumor en la glándula tiroides que podría afectar su apetito—, aunque esta condición es un tanto rara en estos animales. El cáncer y los parásitos intestinales también pueden hacer que los perros tengan más hambre de lo normal.
No te rindas ante él o ella
Una vez que descartes cualquier problema médico, no cedas a la tentación de sobrealimentar a tu perro, pues esto puede hacer que siempre tenga más hambre.
Un can que siempre tiene hambre tratará de engañarte con gemidos o con su pata intentando acariciarte. Los especialistas en salud canina nos explican que “la sobrealimentación puede conducir a la obesidad, lo que provoca una disminución en la producción de leptina, una hormona que controla el apetito”.
La obesidad también puede hacerlos más propensos a desarrollar artritis, problemas cardíacos, pulmonares y otros padecimientos como disminución de la movilidad y de la fuerza muscular.
Disminuye los premios
Reducirle los premios a un perro que siempre tiene hambre suena contradictorio, pero si este se acostumbra a que le premies todo el tiempo, necesitarás corregir ese comportamiento.
Si usas premios como recompensas, intenta sustituirlos por juegos, cariños, acurrucarse juntos u otra alternativa que no implique alimentarlo tanto. Si aún deseas ofrecéserlos, solo procura estén hechos con ingredientes frescos, que sean saludables y que sean bajos en grasas y calorías.
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Prueba con platos interactivos
Algunos canes comen demasiado rápido, dejando su plato vacío mucho antes de que su cuerpo y mente se den cuenta de que están llenos. Un alimentador de rompecabezas o un juguete de alimentación podrían ser la solución, ya que hará más entretenida su hora de la comida y ocupará su mente en el juego.
Distráelo
Al igual que las personas, la mayoría de los perros comen en exceso porque disfrutan hacerlo. Una forma de evitar que pida más alimento es desviando su atención hacia algo más emocionante.
En lugar de volver a alimentarlo, trata de llevarlo a dar un largo paseo, juega con él en el suelo o cepilla su pelaje un rato. A veces. ellos solo necesitan unos 15 minutos de tu tiempo para olvidarse por completo de la comida.
Aumenta la frecuencia (no la cantidad) de alimentación
El hecho de que un perro siempre tenga hambre y coma varias porciones no significa que deba. Consulta con tu veterinario de confianza o con especialista en salud canina sobre las necesidades de tu cachorro y revisa la información nutricional de su comida para determinar la cantidad correcta para su tamaño, peso y edad.
Dale vegetales
¿Has intentado de todo con un perro que siempre tiene hambre? ¿Has probado darle algunos pepinos crudos, zanahorias, brócoli o apio? Así es, los canes también pueden consumir vegetales, e incluso puedes hervirlos primero para ayudarle a comerlos mejor.
Solo un par de cosas: antes de alimentar a tu mascota con verduras, procura lavarlas primero para evitar que le causen malestar estomacal. Y antes de cambiar por completo su dieta, recuerda consultar con el veterinario.
Referencias: PetMD