
Tener un gato en casa es una de las mejores decisiones que puedes tomar. ¿Por qué? Existen muchos beneficios que los felinos aportan a un hogar, volviéndolo más cálido y habitable. Para empezar, son dulces, tranquilos e independientes, y escuchar su ronroneo logra derretir hasta el corazón de las personas más duras. Pero hay cosas puntuales que te ayudarán a decidirte.
Se asea solo
En el tema de la limpieza, te fascinará tener un gato, ya que estas adorables bolas de pelo son unos verdaderos maestros del autoaseo, pues procura practicarlo casi todo del tiempo. Eso significa que muy pocas veces tendrás que tomarte la molestia de bañar y acicalarlo.
Te permitirá dormir mejor
Tener un gato también podría ayudarte a dormir mejor, esto de acuerdo a investigaciones especializadas del Reino Unido, en las que se indica que muchas personas —sobre todo mujeres— prefieren dormir con sus gatos que con sus parejas, e incluso confiesan que descansan mejor compartiendo la cama con felinos que con humanos.
El Mayo Clinic Center for Sleep Medicine reveló que esto podría ser cierto, pues el 41 por ciento de las personas que participaron en dicha investigación indicaron que dormían mejor debido al gato, mientras que solo el 20 por ciento dijo que les generaba algunas molestias.
Te puede ayudar a encontrar pareja
Tener felinos como mascotas tiene muchas ventajas, desde hacerte más saludable hasta ayudarte a encontrar una pareja. Si tienes dificultades para relacionarte con personas, tener un gato en casa podría facilitarlo.
Según especialistas, a veces los bebés y los perros hacen que los hombres sean más atractivos para las mujeres. Por otro lado, una encuesta reveló que las mujeres sienten que los hombres que tienen gatos son más amables que los que tienen perros como mascotas.
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Te desestresará
Si bien es natural que los humanos se estresen, tener un gato desempeña un papel importante aliviando el malestar. Mientras abrazas, acaricias o juegas con tu gato, tu cerebro libera endorfinas especiales, lo que provoca felicidad y te relaja.
Además, sus ronroneos perfectos también alejan los sentimientos de estrés o miedo; también llegan a ser compañeros cruciales de apoyo en tiempos de pérdidas.
Es tranquilo
Si los niveles de ruido son una preocupación en tu día a día o algo que te desagrada mucho, no tendrás ningún problema de este tipo si decides tener un gato en casa.
Incluso el ladrido más ligero probablemente es mucho más fuerte que el maullido más insistente. Dependiendo del gato, es posible que debas preocuparte por otros factores, como que tire cosas al suelo, pelo en la ropa o verlo corriendo con sigilo tras de ti. Pero, aun así, estas travesuras o situaciones suelen ser más soportables.
Mantiene tu casa libre de bichos
Si detestas las ratas, ratones o insectos ponzoñosos, tener un gato pondrá fin a eso. Solo intenta no alarmarte si alguna vez tu amigo felino decide traerte “un regalito”. No lo tomes a mal, ya que es su forma decirte que le importas.
Es un buen acompañante
Además de estar cerca todo el tiempo, los gatos también pueden ser la mejor salida para tus problemas. Después de abrir tu corazón y derramar algunas lágrimas, la única respuesta que probablemente obtendrás será su ronroneo solidario. No creas que estás loco por hablar con un gato; te sorprenderá lo relajante puede ser.
Es independiente
Una de las mejores cosas de tener un gato es que son muy independientes, a diferencia de los perros, que requieren un alto nivel de atención todos los días. Los felinos, por su parte, son felices de tener tiempo para ellos mismos.
De hecho, los gatos duermen unas 15 horas al día, así que no tienes que preocuparte de que se aburran demasiado cuando vayas al trabajo. Y cuando estés en casa, es más probable que estén contentos con solo tenerte cerca, mientras que los perros pueden exigir toda tu atención.
Fuentes: Healthy Options
Mental Floss